La actividad, llevada a cabo por el Gatorade Science Sports Institute, pretende profundizar en la preparación del equipo de cara a los desafíos de este año.
Durante la mañana de este miércoles, el primer equipo de la rama femenina de Universidad de Chile se sometió al test de sudoración de Gatorade, prueba ya realizada a los planteles masculinos del mismo cuadro azul, además de Colo Colo y Universidad Católica.
Las dirigidas por el estratega Nilson Concha fueron analizadas por el Gatorade Science Sports Institute de Chile, dirigido por el doctor Jorge Cancino, en un test que busca determinar las necesidades específicas de líquidos y electrolitos de cada jugadora, factor que será clave para el inicio de temporada del plantel universitario, donde buscarán luchar por el Campeonato Nacional y por un cupo para la CONMEBOL Libertadores 2025.
“La utilidad de esto es ver, desde el punto de vista de un entrenamiento, cuáles son las respuestas de las jugadoras frente a lo que implica la pérdida de sudor, sus preferencias de hidratación y, por lo tanto, establecer las estrategias individuales”, señaló el doctor Cancino.
¿De qué se trata este testeo?
El proceso del test de sudoración abarca varias etapas esenciales, desde la medición de la densidad específica de la orina, hasta el pesaje y la aplicación de un parche especial de Gatorade para recolectar el sudor, permitiendo cuantificar la pérdida de sudor, justamente, y de los electrolitos.
Una vez instalado el parche, las futbolistas realizan su entrenamiento habitual y pueden hidratarse con agua o Gatorade.
“Esto también sirve para poder cuantificar dentro de las preferencias si están siendo capaces de consumir la cantidad de hidratos de carbono que se recomienda para este tipo de entrenamiento”, aclaró el doctor Cancino.
Al finalizar, un nuevo pesaje ayuda a medir la variación en el peso corporal, indicando la pérdida de líquidos.
Esta información se utiliza para desarrollar estrategias personalizadas de hidratación que sirven, por ejemplo, para la prevención de lesiones y lograr una mejor respuesta de la jugadora a las exigencias de la alta competencia.
Con respecto a esta actividad, Pablo Espejo, nutricionista del club universitario, destacó su importancia:
“Te dará información sobre los hábitos hídricos, cuánto líquido ingiere durante un entrenamiento y qué tanto está propensa a deshidratarse la jugadora, para luego poder trabajar con esa información y así dar pautas de hidratación más específicas, de modo que no haya déficit de cantidades de líquidos para sostener los entrenamientos”.
Junto a eso, Espejo señaló que “los parches que se están utilizando apoyan un poco más la información específica de las características del sudor.
Por ejemplo, la cantidad de electrolitos con la cual la jugadora suda y eso te puede dar información de si es necesario usar una bebida isotónica o agua”, agregando que “las bebidas isotónicas, en este caso Gatorade, nos apoyan bastante y son muy utilizadas. A las jugadoras les gusta considerarlas dentro de sus patrones de hidratación”.