El aprendizaje de idiomas puede ser un desafío para muchas personas, ya que requiere tiempo, esfuerzo, práctica y dedicación constante. Sin embargo, una forma divertida y efectiva de estimularlo es a través de juegos, sobre todo si comenzamos desde muy temprano a incentivar el uso de una segunda lengua. Los juegos ofrecen un entorno lúdico y motivador que puede ayudar a mejorar la adquisición de habilidades lingüísticas de manera más amena y natural. Todo esto, siempre y cuando se genere un ambiente propicio para el aprendizaje, el cual establece, según los nuevos estándares para la profesión docente y el marco para la buena enseñanza (2021), que “el ambiente que genera el o la docente en la clase es un elemento determinante en todo proceso educativo, en tanto sienta las bases para que los y las estudiantes puedan aproximarse de manera efectiva al aprendizaje, desarrollar las competencias personales y sociales necesarias para desenvolverse de manera activa y propositiva, y lograr un desarrollo integral. Esto implica propiciar ambientes inclusivos en los que todos/as los/as estudiantes se sientan cómodos, seguros, respetados, valorados, desafiados y apoyados”.
Cuando se utilizan juegos en el aprendizaje de un idioma, se crea un ambiente de inmersión donde los participantes se ven expuestos a la segunda lengua de manera divertida y sin presiones. Esto permite que los estudiantes se relajen y se diviertan mientras aprenden, lo que facilita la absorción y retención de la información. Además, los juegos ofrecen oportunidades para practicar habilidades específicas, como la pronunciación, la gramática, y el vocabulario de una manera práctica y contextualizada.
Una estrategia efectiva es utilizar juegos de roles o juegos de simulación en los que los participantes asuman diferentes roles y utilicen la segunda lengua para comunicarse y resolver problemas dentro del contexto del juego. Esto fomenta la interacción y la comunicación en la segunda lengua, lo que ayuda a desarrollar la fluidez y la confianza en el habla.
Los juegos de mesa también son una excelente herramienta para estimular el aprendizaje de idiomas como lo es el inglés, por ejemplo. Juegos como Scrabble o Boogle requiere que los jugadores formen palabras utilizando las letras disponibles, lo que implica el uso del vocabulario y la estructura gramatical del idioma objetivo. Estos juegos no solo fortalecen el conocimiento del idioma, sino que también promueven el pensamiento estratégico y la competencia amistosa.
Además de los juegos de mesa tradicionales, en la actualidad existen numerosas aplicaciones y plataformas en línea que ofrecen juegos interactivos para el aprendizaje de idiomas. Estos juegos suelen incluir actividades como crucigramas, sopa de letras y juegos de memoria, adaptados al contexto lingüístico específico. Algunas aplicaciones incluso utilizan la gamificación, agregando elementos de competencia, recompensas y desafíos para motivar a los usuarios a continuar aprendiendo y progresando en su dominio del idioma.
Cabe destacar que los juegos deben utilizarse como complemento de otros métodos de aprendizaje, como la práctica de conversación, la lectura y también la escritura. Por sí solos no garantizan un dominio completo del idioma, pero pueden ser una herramienta poderosa y divertida para estimular el aprendizaje y mantener el interés de los estudiantes. Por esto se recomienda incorporarlos en las aulas tradicionales.
Scarlette Lepe Torres
Directora Pedagogía en Inglés
Universidad Andrés Bello Concepción