Expertos del área llaman a disminuir los trámites que hoy superan un centenar para un sólo proyecto. La Cámara Chilena de la Construcción prevé una caída en la inversión cercana al 5% para 2023 y de -05% para 2024.
El rubro constructor ha sido uno de los más golpeados por la falta de inversión en los últimos años, tanto por factores internos como externos. A junio de este año, los permisos de edificación de obras nuevas, que es un proyector de la actividad, retrocedió un 22% y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) ya proyecta una caída de la inversión cercana al 5% para 2023 y de -0,5% para 2024. Sólo en vivienda privada la caída es del 6,6%.
Hay consenso en la industria en que el ambiente político y económico ha golpeado fuertemente al rubro, pero surge otro cuestionamiento: el exceso de burocracia en la tramitación de permisos. El informe de la Comisión Nacional de Productividad advierte, por ejemplo, que para un proyecto habitacional se requiere más de 130 permisos de diferentes entidades públicas. En rubros como la minería, los permisos llegan a más de 400.
“La excesiva burocracia en la tramitación de permisos se ha convertido en un obstáculo significativo para la inversión en Chile en varios rubros, especialmente en la industria inmobiliaria y de construcción. Chile tiene uno de los marcos regulatorios más complejos dentro de los países OCDE. Esta situación se ha convertido en una crisis en la inversión, que se puede ver en la desaceleración de la economía, escasez de viviendas y la falta de empleo en la Construcción”, explica Rolando Cáceres, CEO de Ibuilder (https://ibuilder.com/), empresa tecnológica chilena enfocada en la productividad de sus clientes inmobiliarios y constructoras.
Esta excesiva burocracia de permisos tiene distintas consecuencias, según comenta Rolando Cáceres: “Primero, el retraso en los Proyectos. Los permisos demorados o denegados pueden retrasar proyectos de construcción, lo que a su vez aumenta los costos y reduce la rentabilidad de las inversiones. Segundo, costos adicionales, ya que los inversionistas deben destinar recursos significativos para cumplir con los requisitos burocráticos, lo que eleva los costos operativos y reduce los márgenes de ganancia. Eso lleva al tercer punto: desincentivo para invertir, porque la incertidumbre creada por la burocracia puede disuadir a inversionistas nacionales y extranjeros de apostar por proyectos en Chile, lo que limita la inversión extranjera directa”.
La situación, según el CEO de Ibuilder, es delicada, pero hay acciones que pueden ayudar a superar esta crisis. “Es esencial abordar la burocracia excesiva. Si bien es necesario tener regulación, es crucial que el Estado considere seriamente la simplificación de los procesos de obtención de permisos como parte de su estrategia para revitalizar la inversión y promover un crecimiento económico más sólido. La reducción de la burocracia no solo beneficiará a los inversionistas, sino que también tendrá un impacto positivo en la población al generar empleo y mejorar el acceso a viviendas asequibles”, asegura.
Entre los puntos clave que beneficiarían la simplificación de permisos, se encuentran:
· Aceleración de Proyectos: Simplificar y agilizar los procesos de obtención de permisos permitirá que los proyectos de construcción comiencen más rápidamente, lo que generará empleo y reactivará la economía.
· Reducción de Costos: Menos trámites y requisitos reducirán los costos asociados con la inversión, lo que hará que Chile sea más atractivo para los inversionistas.
· Aumento de la Competitividad: Una disminución de la burocracia mejorará la competitividad de Chile en el mercado global, atrayendo inversión extranjera y fomentando el crecimiento sostenible.