El encuentro del sector manufacturero abordó la necesidad imperiosa de recuperar los índices de productividad como parte de una estrategia de desarrollo y en la que el crecimiento económico debe volver a ser un objetivo de Estado, a partir de entendimientos constitucionales que le den certidumbres al país.
Acuerdos entre todos los sectores políticos y que Chile cuente con una nueva Constitución que ponga término a la incertidumbre fue uno de los temas principales planteados esta mañana en el XXIII Foro Anual de la Industria de ASIMET, cuyo lema fue “Productividad: el eslabón perdido de la economía chilena”.
El encuentro contó con la participación de dos expositores expertos en estas materias: el ex ministro de Hacienda y director de Clapes de la Universidad Católica, Fernando Larraín, y el presidente de la Comisión de Evaluación y Productividad, Raphael Bergoeing.
Antes, el ministro de Economía, Nicolás Grau, intervino planteando que como cartera han creado una Mesa de la Manufactura, instancia público-privada en la que participa ASIMET y cuyo fin es avanzar en las demandas del sector industrial. El ministro Grau destacó que el objetivo del Gobierno es recuperar en un 1,5% la productividad y así revertir su ciclo de descenso que en forma sostenida viene ocurriendo en la última década, donde se ha llegado a un nivel de crecimiento cero.
La productividad “esquiva”
Luego intervino el economista Felipe Larraín, quien señaló que “la búsqueda de la productividad en Chile ha sido esquiva”. Dijo que los índices que se alcanzaron en la década del 90 han ido cayendo sostenidamente y que la meta del Gobierno de lograr una productividad de un 1,5%, lo veía como una “una meta difícilmente alcanzable”.
Larraín informó que entre los países OCDE, Chile se encuentra entre los cuatro últimos lugares, y que es difícil salir de la actual situación en la medida que el crecimiento tendencial no va más allá de un 2% y un 1% anual. Propuso la necesidad de cambios institucionales, tributarios, investigación y desarrollo, capital humano, mercado laboral e inversión en infraestructura.
En lo institucional calificó que es clave reglas claras que incentiven la inversión. En lo tributario propuso la simplificación del régimen actual y disminuir los impuestos a las transacciones financieras para que los emprendedores puedan contar con créditos más blancos. Resumió su propuesta en la necesidad de acelerar la inversión, resolver definitivamente el proceso constitucional y destrabar reformas que vayan en la dirección correcta en pactos tributarios fiscales y previsionales.
Mejorar eficiencia del Estado
Por su parte, el presidente de la Comisión de Evaluación y Productividad, el economista Raphael Bergoeing, señaló que el actual escenario es “ineficiente” y que a su juicio “se debe regular mejor y no menos”. Entregó cifras de la actual situación respecto de autorizaciones, donde hay 439 solicitudes en trámite, 309 permisos y 63 en categoría de “permisos críticos”.
Se refirió a casos como una planta desaladora cuyo trámite se extendió por 139 meses (11 años y 7 meses), o el de una minera cuya tramitación duró 107 meses. Indicó que, en la actualidad, en diferentes instancias, intervienen en el proceso hasta 71 instituciones públicas.
Bergoeing enfatizó en la necesidad de una mejor gobernanza e incrementar la coordinación entre el sector público y el privado. Finalmente, señaló que “es posible reducir en un tercio los tiempos promedio de tramitación sin afectar bienes públicos”, y que el problema actual “no es solo plata, sino mejorar la calidad de gestión” y que se hace necesario “revitalizar el mundo de las concesiones”.
Acuerdos políticos
El Foro de la Industria de ASIMET cerró con un panel de conversación donde participaron el ex ministro de Hacienda, Ignacio Briones, los empresarios Mónica Álvarez y Herman von Muhlenbrock y los presidentes del partido Republicano, Arturo Squella, y Socialista, Paulina Vodanovic.
En la oportunidad, los participantes coincidieron en la importancia que Chile logre acuerdos políticos transversales que permitan despejar la incertidumbre y fomentar la inversión. Convinieron que una nueva Constitución contribuirá a darle mayor estabilidad al país, y que la seguridad pública debe ser considerada como fundamental.
La empresaria y vicepresidenta de Irade, Mónica Álvarez, señaló que el país lleva diez años estancado, y que no ha existido la voluntad de poner el foco en el crecimiento: “Es hora de volver a retomar el crecimiento económico y no tener miedo en decirlo”, sostuvo, y agregó que “es extremadamente importante que nos pongamos de acuerdo en la reforma constitucional”.
Por su parte, el economista Ignacio Briones dijo que “la permisología nos está matando”, y que es esencial “retomar la política de los acuerdos de la década de los 90 que nos hicieron crecer más de un 4% anual”. El ex ministro de Hacienda señaló que Chile no se puede farrear esta nueva oportunidad de desarrollo, porque hoy contamos con recursos como el cobre, el litio y el hidrógeno verde.
El actual gerente general de Aceros AZA, Herman von Muhlenbrock, indicó que es esencial “invertir en capital humano” y que es fundamental alcanzar un acuerdo constitucional”. Ironizando, señaló que “yo escucho a los políticos y dicen que están por los acuerdos, pero llegado el momento siempre votan distinto”.
Luego, el presidente del partido Republicano, Arturo Squella, sostuvo que aprobar una nueva Constitución será un gran paso para promover la inversión privada y extranjera y que él no estaba “por acuerdos promedio entre derecha e izquierda, sino que acuerdos que sean lo mejor para Chile”.
Finalmente, la senadora Paulina Vodanovic insistió que los acuerdos constitucionales deberán avanzar en la medida que sean transversales, porque una Constitución debe representar el interés de todos los chilenos.