El conocido sex shop que puso en la palestra la sexualidad de chilenos y chilenas importan sus productos con la ayuda de Shippter, quienes han permitido facilitar este proceso.

Importar el producto que sea es un proceso engorroso, donde es difícil rastrear el viaje, su estado y la fecha estimada de llegada. Además, da igual lo grande o pequeño que sean las cosas o la cantidad de carga. Es por esto que Japi Jane, sex shop que importa juguetes sexuales desde todas partes del mundo a Chile, buscó apoyo en Shippter, la plataforma que integra y automatiza todos los procesos de la cadena de logística internacional, permitiendo a empresas (B2B) contar con trazabilidad digital completa y costos conocidos para sus operaciones de importación.

“Es realmente cómodo contar con la información en línea y actualizada en tiempo real. Antes tenía que esperar a ojos cerrados que llegara mi pedido, o tenía que rastrearlo adivinando dónde podría quizás estar, lo que me quitaba mucho tiempo que podría utilizar para mejorar mi negocio”, afirma Jane Morgan, fundadora de Japi Jane

Además del rastreo online de la operación, la plataforma de Shippter les permite a las empresas realizar cotizaciones integrales de manera instantánea, atributo que también permite que los dueños de los comercios puedan enfocarse en mejorar sus estrategias o dedicarlo a lo que quieran.

“Contamos con una plataforma tecnológica que busca simplificar la vida de los grandes, medianos y pequeños empresarios. En ella se unifican todos los servicios de importación en uno, donde se conocen los costos previos a la importación, de esta manera evitamos los cargos sorpresas, variaciones de tarifas finales. Esto quiere decir que la cotización inicial no varía de lo que se presentó inicialmente”, explica Martín Díaz, CEO y fundador de Shippter.

La automatización de los procesos permiten a Japi Jane realizar sus operaciones de manera eficaz y segura para la salud de los trabajadores, ya que en el escenario actual de pandemia, las importaciones con Shippter se llevan a cabo sin acción humana, lo que también mitiga los errores humanos.