El simulacro, que emuló un sismo de magnitud 8.3 seguido de un tsunami, alertó a los residentes del borde costero, quienes se trasladaron rápidamente hacia alguno de los 68 puntos de encuentro habilitados en zonas seguras.

En el marco del Programa Chile Preparado de ONEMI, las sirenas de emergencia y la alerta del Sistema de Alerta de Emergencia para equipos móviles (SAE) dieron inicio al ejercicio de evacuación por sismo y tsunami en las comunas de Huara e Iquique. Este ejercicio fue liderado por el delegado presidencial regional, Daniel Quinteros; el subdirector de gestión del riesgo de ONEMI, Rodrigo Ortiz; y el director regional de ONEMI Tarapacá, Álvaro Hormazábal, junto con representantes de organismos del Sistema Regional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SINAPRED).

Álvaro Hormazábal, director regional de ONEMI, destacó la positiva respuesta de la comunidad: “Hemos concluido el séptimo simulacro por sismo y tsunami a nivel regional con una respuesta ordenada y eficiente por parte de la comunidad, que siguió las instrucciones de las autoridades y organismos de emergencia”.

Por su parte, el delegado presidencial regional, Daniel Quinteros, expresó su satisfacción con la participación: “Estamos muy satisfechos con la alta participación de la comunidad tarapaqueña. Los reportes indican que el sistema de sirenas funcionó adecuadamente en todo el borde costero y los mensajes SAE se entregaron efectivamente. Este tipo de ejercicios nos permite identificar y corregir debilidades en nuestros procesos de evacuación”.

El ejercicio de evacuación estuvo reforzado por las sirenas de alerta de tsunami y el sistema SAE, que emitió mensajes a teléfonos celulares indicando el inicio y término del simulacro. Tras la evacuación, las autoridades del Comité Regional para la Gestión del Riesgo de Desastres (COGRID Regional) se reunieron en ONEMI Tarapacá para trabajar en un escenario simulado, poniendo en práctica sus protocolos de respuesta.

En términos generales, este ejercicio masivo subraya la importancia de la preparación y coordinación ante posibles desastres naturales, mejorando los tiempos de respuesta y equipando tanto a los habitantes como a las autoridades con las herramientas necesarias para enfrentar emergencias reales.