El aumento de estudiantes que han utilizado esta herramienta trae consigo un reto para profesores de cómo adaptarla e incorporarla, pudiendo cambiar incluso aspectos como las metodologías de evaluación y cómo educar. Algunos académicos ya la han probado en sus cursos.

El ChatGPT es una herramienta de Inteligencia Artificial, capaz de conversar, responder solicitudes de todo tipo. Su aparición, ha irrumpido también en las salas de clases. Así lo cuenta Rodrigo Fernández, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes, quien ya lo utilizó en su curso «Ingeniería y Gestión de Tránsito».

“En clases discutimos sobre una problemática, y cada grupo de estudiantes propuso algunas medidas. Luego hicimos la misma pregunta a ChatGPT. Sus afirmaciones, aunque vagas, fueron acertadas», menciona. Para Fernández el ChatGPT se puede usar como buen punto de partida para introducir un tema o examinar una problemática; “pero luego de eso, hay que empezar a enseñar la teoría, experiencia o los criterios, razonamiento profundo, sentido crítico y criterio práctico», afirma.

En este sentido, para el académico de la Facultad de Ciencias y Económicas y Empresariales UANDES, Juan Nagel, el ChatGPT y todas las diferentes modalidades de inteligencia artificial, parecen haber llegado para quedarse. Y eso, supone un reto para quienes trabajan en educación. “Ahora, tenemos que incorporarlo, a nuestro quehacer. Hasta qué punto, tenemos que adaptarnos, creo que todos debemos hacerlo. Eso requiere que los docentes, utilicemos ChatGPT: sabemos qué hace, sus limitaciones; y en base a esto, nos planteemos qué cosas son las que queremos que nuestros alumnos sepan hacer y qué competencias queremos que sepan desarrollar”, menciona. Esto, requerirá no solamente conocer ChatGPT, sino, hasta cierto punto, incorporarlo. Y, que los alumnos tengan o desarrollen un enfoque crítico, constructivo y creativo con respecto a esta herramienta.

Aunque, para Nagel, ChatGPT no es la solución a la educación, sí es una herramienta muy potente que representa una oportunidad, una inevitabilidad; y eso obligará a docentes a adaptarse. “Creo que toda persona que trabaja en educación tiene que comenzar de qué manera esto va a influir en su manera de evaluar. Ya no nos puede servir, por ejemplo, evaluar cosas como resúmenes o qué dice tal autor sobre tal materia. Ahora, se abren oportunidades muy importantes de desarrollar pensamiento crítico”, finaliza Juan Nagel, académico UANDES.