Cada 27 de septiembre se conmemora el Día Nacional del Donante en el país en honor a Pamela Toledo, una niña oriunda de la ciudad de Talca, quien falleció a causa de un aneurisma cerebral en 1995. Semanas antes de su deceso, la pequeña de 12 años manifestó a sus padres su deseo de ser donante, siendo finalmente respetado por sus progenitores, lo que transformó un momento de mucho dolor en alegría para otra familia.

Pamela es sólo una de los millones de donantes de nuestro país y que debido a su voluntad y la de sus familias, salvaron las vidas de miles de personas que con urgencia necesitaban un trasplante de órganos para seguir viviendo.

Desde el Hospital de Iquique, la Unidad de Procuramiento de Órganos y Tejidos conformado por el doctor Aldo Cañete y la enfermera Jennifer Gómez informaron que existen quince personas en la lista de espera dentro de la región e incluso una de ellas lleva trece años en búsqueda de un trasplante de riñón, mientras que otros pacientes esperan por córnea, corazón, pulmones e hígado.

Sobre los objetivos que tienen como unidad para el fomento de la donación de órganos dentro de la región declaran que “para nosotros es importante que la comunidad sepa en qué consiste el proceso de donación, evidenciar que es un acto de amor, debido a que ese sufrimiento se puede convertir en alegría para la persona que va a recibir el órgano y en todo un entorno familiar”, comenta Cañete.

Además, declaran que unas de las mayores dificultades que han tenido que experimentar dentro del ejercicio, son los tabúes que han estado presentes por años dentro del proceso de donación de órganos, manifestando que “lo primero, es que el paciente se salve y siga viviendo. Mucha gente cree que porque uno es donante lo van a desconectar antes y no se hará el esfuerzo suficiente, pero eso no va con nuestra profesión, así que si un paciente es donante se debe tener por seguro que se harán todos los esfuerzos para que esa persona se salve, salga bien en su patología y después pensar en la posibilidad de que pueda donar sus órganos”, aseguró el médico.

Pese a todo, la Unidad de Procuramiento de Órganos y Tejidos del Hospital de Iquique trabaja firmemente al servicio de la comunidad, lo que ha visto sus frutos al ser reconocidos por medios internacionales por ser pioneros en el trasplante de piel, logrando salvar a cientos de pacientes que han sufrido quemaduras o amputaciones de perder el órgano más prevalente dentro del cuerpo humano como lo es la piel.

Al final del día, el doctor Aldo Cañete y la enfermera Jennifer Gómez se quedan con las emociones que se viven día a día en el proceso de donación declarando que “es increíble como algo terrible pasa a ser algo lindo, porque son muchas emociones las que se viven dentro del proceso de donación, ya que existen dos caras de la moneda, está la persona que se está despidiendo de sus seres queridos, pero a la vez entregando su órgano a una persona que lleva años esperando uno”, finalizó Gómez.