No cabe duda que, sobre todo como consecuencia de la pandemia, los procesos de digitalización de empresas, organizaciones y gobiernos se han acelerado enormemente. Saber lenguajes de programación se ha transformado en una necesidad para muchos y es una habilidad altamente demandada en varios sectores de la economía. A pesar de esto, aún existen barreras para quienes quieren entrar en el mundo de la programación, sobre todo para nosotras las mujeres.

Las mujeres fueron protagonistas en la historia de la programación y han tenido roles importantísimos en tecnología, pero desde hace unos años el sector se ha asociado mayormente a los hombres. Evidencia de esto es que, según el reporte Hub Leaders 2021 realizado por Technology by Pagegroup, las mujeres en Chile tienen un 35% de representación en el mundo TI. También, según cifras de la Unesco, la tendencia internacional es que solo 3 de cada 10 personas en ciencia y tecnología son mujeres.

Varios sesgos culturales y sociales han apartado a las mujeres del área tecnológica, lo cual ha generado la brecha de género que vemos hoy en día. Este 13 septiembre se conmemora el Día del Programador, por lo que es necesario aprovechar esta fecha para reflexionar sobre la necesidad de construir una industria tecnológica más diversa, que responda a los requerimientos y realidad del mundo actual.

Es importante hablar sobre la inclusión laboral femenina en el mundo del desarrollo web y tecnología en general, entendiendo que es necesario abrir este espacio. Desde Laboratoria -organización que posibilita que más mujeres puedan empezar y crecer en el sector- sabemos que hay talento en todas partes y que solo se necesitan las oportunidades adecuadas para que las mujeres recuperen esos roles. En programación, la práctica, experiencia y habilidades blandas son claves, más allá de la formación académica o el género de la persona. Lo más importante es tener curiosidad para estar en constante aprendizaje, poder aprender rápidamente de los errores y saber trabajar en equipo.

Además, no es sólo relevante abrir la industria a las mujeres para crear más oportunidades para ellas, sino que también es un activo fundamental para las empresas. La integración de mujeres -y de más diversidad en general- influye positivamente en el diseño y programación de productos, generando soluciones que respondan a sus usuarios reales y tengan mayores tasas de éxito. En este día del programador y programadora, esperamos que todos los actores sociales se hagan parte de la misión de integrar a más mujeres a la industria tecnológica, lo cual, sin duda, será beneficioso para todos.

Por Alexandra Neira, Bootcamp Manager de Chile